Las temidas agujetas
Hoy en La Vida Cotidiana os vamos a hablar sobre un tema que siempre da respeto a la hora de afrontar los primeros días en el gimnasio o las consecuencias de los primeros kilómetros corridos después del verano. Este tema no es otro que las temidas agujetas.
Se acabó el verano. Es un hecho que hay que volver a la rutina y ponerse en forma después de semanas e incluso meses, para los más afortunados, de cervecitas en el chiringuito. Septiembre junto a Enero son de los meses que más gente nueva recibe los gimnasios. Si eres uno de ellos ten en cuenta que sí o sí vas a tener agujetas los días posteriores a tus entrenamientos. No las vas a poder evitar pero vamos a intentar que no sean tan dolorosas y que, al menos, puedas levantarte de la cama al día siguiente de tu primer día de gimnasio.
¿Por qué tenemos agujetas?
Aquí no hay lamentaciones del tipo “¿por qué yo tengo agujetas y él no?”. Todos hemos sufrido en algún momento de nuestra vida esa sensación tan dolorosa en tu cuerpo que apenas te deja moverte sin hacer gestos muchas veces graciosos para quien te ve pero que a ti no te hace nada de gracia, como andar pareciendo un pato (te ha pasado, no lo niegues).
La razón se debe a que nuestros músculos se puede decir que también “estaban de vacaciones”, es decir, no estaban acostumbrados a realizar esas sesiones de ejercicio y cuando le hemos metido caña por primera vez después de tanto tiempo se resienten. En los músculos se producen unas roturas en las microfibras que forman los músculos. ¡No te alarmes! Estas microfibras se regeneran incluso con más fuerza pero cuando se produce la rotura el dolor que produce mediante las agujetas es tremendo.
Se suele notar más en músculos que no tenemos tan acostumbrados a ejercitar. Por ejemplo, es más probable que tengas agujetas en los tríceps o en los antebrazos que en los cuádriceps o los gemelos. Es por ello que se dicen expresiones tipo “me duelen músculos que no sabía ni que existían”. ¡Las agujetas no perdonan!
Falsos mitos de las agujetas
Os traemos dos de los más famosos mitos sobre las agujetas: “las agujetas aparecen porque te salen cristales en los músculos” y “las agujetas se quitan bebiendo agua con azúcar”.
El primero de ellos se debía a que se pensaba que el ácido láctico que se produce al hacer deporte generaba cristales y éstos actuaban sobre los músculos, produciendo el consiguiente dolor en forma de agujetas. Error. Se ha demostrado que las agujetas se producen por las roturas de las microfibras comentadas.
El segundo está directamente relacionado con el anterior. Se decía que el agua con azúcar disolvía los cristales que aparecían provocando las agujetas. Sin comentarios… (pero todos lo hemos bebido como forma desesperada de calmar ese insufrible dolor).
Consejos básicos
Puede que lo que vayas a leer te resulta obvio, de cajón, pero te lo vamos a recordar.
- No vayas de fuerte el primer día. Sé consecuente con lo que puedes hacer o no. Recuerda que es el primer día y que poco a poco irás aumentando de repeticiones en los ejercicios, incorporando más peso, ganando resistencia, etc. No quieras hacer en un día lo que terminarás haciendo después de un mes porque las consecuencias pueden ser desastrosas. Suerte tendrás si solo tienes agujetas los días posteriores porque no se puede descartar alguna lesión.
- Recuerda que tus músculos necesitan un calentamiento previo antes de comenzar la actividad. Una buena sesión de estiramientos es vital para intentar evitar las posteriores agujetas. Siempre puede quedar algún músculo sin calentar o sin unos calentamientos tan amplios como se necesitaba y pueden aparecer las agujetas, pero unos estiramientos previos siempre son recomendables.
- Si tus agujetas son insoportables intenta aliviarlas con antiinflamatorios y guarda reposo. Unos días de relax tampoco le irán mal a tus músculos después de semejante paliza después de las vacaciones.
Eso sí, aunque sepas que las agujetas van a estar ahí no dejes de practicar deporte. Desde La Vida Cotidiana te animamos y fomentamos que lo practiques siempre que puedas, al igual que te invitamos que compartas con nosotros alguna anécdota relacionada con las agujetas tras tus primeros días en el gimnasio o a la vuelta a la rutina deportiva.