Carne con sangre ¿Es realmente sangre?
Carne con sangre… ¿Es sangre realmente?
Llega el domingo en La vida cotidiana y nos hemos comido un Chuletón de Buey increíble. Mientras comíamos alguien ha dicho… ¡No me gusta con sangre! Pero… ¿es realmente sangre lo que vemos?
Dejando a un lado el tema de los gustos… que si a unos les gusta la carne muy hecha, al punto o poco hecha (mi caso).
Vamos a “abrir los ojos” a aquellos que no les gusta la carne poco hecha excusándose en que no les gusta la “carne con sangre”.
Siento deciros que a lo que llamáis sangre… NO ES SANGRE.
Y ahora como solemos hacer en la vida cotidiana, una breve y sencilla explicación de qué es:
Para empezar, los animales una vez son sacrificados en los mataderos, se les extrae toda la sangre que circula por sus venas y arterias (excepto la que queda retenida en corazón, riñones y pulmones), por lo que esa sangre no va a llegar a tu plato de comida.
Antes de continuar, un par de conceptos básicos. ¿Por qué tiene la sangre y la carne color rojizo?
Esto es debido a la presencia de Hemoglobina y Mioglobina. A grandes rasgos diríamos que la Hemoglobina se encarga del transporte de oxígeno por todo el cuerpo y la Mioglobina del transporte y almacenamiento de oxígeno en el músculo. Ambas tienen un color rojizo característico, gracias al hierro de su grupo Hemo.
La hemoglobina por lo tanto se encuentra en la sangre y la mioglobina en el músculo, por lo tanto cuando en el matadero se desangra a un animal, se elimina la hemoglobina de él, quedando únicamente la Mioglobina en el músculo.
Por lo tanto a lo que vulgarmente llama la gente “sangre”, en realidad no es sangre sino MIOGLOBINA.