Cultivo de Anethum graveolens (eneldo)
Una de las cosas típicas que nos recuerda esta planta aromática, el eneldo, es los marinados que se pueden hacer con él y, sobre todo, el salmón. Tenemos ante nosotros una hierba de gran uso gastronómico por todo el ancho y largo planeta, y proporciona un agradable gusto y aroma a una gran cantidad de platos.
¡Una cosa tan sencilla de cultivar no puede prescindir de tener un hueco en nuestra cocina!
Cuatro cosas que debes saber sobre el eneldo
Su procedencia es Asiática y oriental, aunque ya se encuentra distribuida por muchas otras zonas, incluidas las de Europa (sobre todo la zona del mediterráneo). Lo podemos conocer científicamente como Anethum graveolens y pertenece a la familia Apiaceae.
Seguramente, volviendo al tema gastronómico, si coges eneldo y lo hueles, deje un rastro a otras aromáticas como el hinojo o el perejil. Esta gran casualidad debe su origen a que estas tres grandes hierbas comparten familia (apiáceas o umbelíferas).
Aprovechamiento del eneldo
De Anethum graveolens podemos sacar provecho de todo o casi todo. Lo que más se usa son sus hojas, pero hay culturas que no desprecian tallos o frutos. Normalmente, si te atreves a realizar marinados con tu propio eneldo cultivado usarás las hojas. Eso sí, para gustos los colores. : )
¡Ojo! No termina todo ahí, ya que no sólo se usa con aprovechamiento gastronómico. No hay más que darse una vuelta por libros de agricultura y botánica para darse cuenta de todas las propiedades medicinales de Anethum graveolen. Te las resumimos, básicamente, según estas propiedades:
- Propiedades digestivas
- Propiedades carminativas
- Propiedades antisépticas
Esto quiere decir que, además de proporcionar un sabor increíble a muchos de tus platos, también estás contribuyendo al buen funcionamiento del sistema digestivo, además del control de organismos patógenos. ¿Se puede pedir más? Pues sí, su aceite esencial se usa como aroma para muchos productos cosméticos y farmacéuticos, ya sea fabricación de jabones, geles y demás productos de higiene. ¡Todo en uno!
4 cosas a tener en cuenta para cultivar Anethum graveolens (eneldo)
Suelo
Uno de los factores que más hay que destacar y que podemos controlar es el suelo, ya sea de nuestro jardín o huerto o bien el sustrato, si lo cultivamos en interior o en macetas.
Necesitamos una tierra en tempero o bien un sustrato que aguante bien la humedad, puesto que el eneldo es sensible a la sequedad (lo demuestra con la “tristeza” y marchitez de sus hojas).
A la hora de elegir un sustrato entre tantos que existen, tendremos que mirar su pH. Muchas marcas nos proporcionan ese dato, por lo que tendremos que elegir aquel que pueda darnos un pH ácido o ligeramente ácido (5 a 7).
Controlaremos el nivel de materia orgánica ya sea adquiriendo sustratos con buen contenido (además del que aportaremos progresivamente) o bien disponiendo un abonado de fondo de compost o estiércol descompuesto antes de trasplantar el eneldo.
Clima
Un clima templado o mediterráneo es perfecto para el desarrollo del eneldo (Anethum graveolens) sin ningún tipo de problema. Hay que controlar que no esté expuesto al excesivo calor o las altas temperaturas, puesto que la calidez extrema no le beneficia.
Si tenemos que hacerle pasar un mal trago, mejor regar en el momento de mayor estrés, proporcionando humedad en el sustrato y aumentando la humedad ambiental.
Riego
Todo dependerá del clima en el que te encuentres (o si plantas el eneldo en el jardín o en macetas en el interior de tu casa). Un sustrato que se encuentre siempre ligeramente húmedo es lo ideal, evitando que la tierra se seque (se formen grietas o costras) o bien permanezca retenida en la maceta.
Trasplante
A la hora de disponer eneldo hay varias opciones. Comprar directamente la planta en un vivero o multiplicarla a través de semillas. Los trasplantes no tienen un alto porcentaje de éxito, y eso se achaca a que las raíces no se desarrollan tan bien como lo hacen otras plantas.
¿Soluciones? Sembrar la semilla directamente, o realizar el trasplante de la forma más “limpia” posible y no descuidar los días siguientes.
A la hora de sembrar Anethum graveolens procuraremos no enterrar la semilla más de 1 cm, con el fin de no alargar excesivamente el periodo de germinación. En cuestión de 15 días podremos ver, si no hay problemas, la plantita resurgir del sustrato.
Conservación de sus hojas y periodos de recolección
Al ser un planta de crecimiento muy rápido podremos empezar a recolectar hojas frescas entre 45 y 60 días después de la siembra. Dentro de la tabla que hicimos en la conservación de diversas plantas aromáticas y medicinales podemos ver que el eneldo se puede congelar (máximo 6 meses) pero no es recomendable secar. Si se seca perderá mucho del aroma característico.
Autores de la fotografía inicial: Forest & Kim Starr