El mercurio, el líquido que no moja. ¿Por qué?
El mercurio, el líquido que no moja
Prácticamente todo el mundo ha tenido en la mano una bolita de mercurio que ha cogido de un termómetro roto y se ha dado cuenta que esa bolita tan pequeña y tan pesada no les mojaba la mano. Hoy veremos por qué el mercurio no moja y por qué otros líquidos sí.
Antes de nada recordemos a grandes rasgos que la mojabilidad es la capacidad que posee un líquido de esparcirse sobre una superficie dejando un resto en ella. La capacidad de mojar se puede modificar de diferentes formas, por ejemplo se pueden utilizar tensioactivos, cambiar la superficie de contacto o directamente aplicando sobre la superficie que se quiera nanopartículas que la impermeabilicen, pero hoy vamos a ir a lo “sencillo” y dejaremos de lado estos supuestos.
Para ver por qué el mercurio no moja y el agua y demás líquidos si mojan debemos destacar dos fuerzas:
Una de ellas es la fuerza de cohesión, que son las fuerzas que mantienen unido un compuesto o un cuerpo. En los sólidos éstas son mucho mayores que en los líquidos, a mayor fuerza de cohesión más dificultad de dividir ese compuesto.
La otra es la fuerza de adherencia que posee el compuesto cuando se pone en contacto con una superficie, digamos que sería aquella fuerza que se ejerce entre diferentes cuerpos.
¿Entonces por qué el mercurio no moja?
El mercurio no moja porque las fuerzas de cohesión que lo mantienen unido son mayores a las fuerzas de adherencia, por lo tanto esto impide que una gota de mercurio se extienda y se adhiera por una superficie.
Al contrario ocurre con el agua, donde las fuerzas de cohesión del agua son menores que las fuerzas de adherencia, por lo que es mucho más fácil que el agua se adhiera a otras superficies y por lo tanto moje.
El agua es una molécula polar ya que posee un oxígeno negativo y un par de hidrógenos positivos, esto hace que para el agua sea muy fácil el crear enlaces electrostáticos con otros compuestos. Con el mercurio ocurre lo contrario, es bastante complicado que cree estos enlaces electrostáticos ya que no comparten sus electrones tan fácilmente.
Un claro ejemplo es cuando vertemos sobre una probeta o tubo de ensayo agua y mercurio, el agua formará un menisco cóncavo (A) ya que se va a adherir a las paredes de la probeta y el mercurio tendrá un menisco convexo, ya que no se adhiere a la pared.
Hablando de mercurio, ya os contamos no hace mucho cosas sobre él en el post de los peligros de las bombillas de bajo consumo. Para procrastinar un poco hoy os dejo un video bastante curioso… ¿Una esponja puede absorber el mercurio?.
Un saludo, La vida cotidiana.