La procrastinación
La procrastinación o dejar para mañana lo que puedes hacer hoy
Hoy en la vida cotidiana vamos a poner a caldo a más de uno. Muy poca gente conoce el término procrastinación, pero si te dijésemos que es el hábito de postergar cualquier actividad relevante o de obligado cumplimiento (estudiar, deberes, gimnasio, etc.) ya sí que lo entendemos fácilmente. ¿Eres un procrastino? ¡Averígualo!
La procrastinación es un trastorno del comportamiento. Nosotros asociamos tareas importantes y necesarias que debemos realizar con aburrimiento, incomodidad e infelicidad, de modo que cuando conectamos estos 3 adjetivos tan negativos con nuestras actividades obligatorias, resulta muy fácil desentenderse de ellas y sustituirlas por tareas más amenas y que nos proporcionen mayor diversión.
La procrastinación es más alta cuanta mayor dificultad presente la tarea. Por ejemplo, una tarea que implique mucha energía física para ejecutarla, o bien mucho esfuerzo intelectual (problemas matemáticos, trabajos de gran envergadura, estudios profundos, etc), tras lo cual se genera un Sine die que puede durar toda la vida o bien hasta los días previos al examen.
¿Qué actividades implican procrastinación?
Pues al parecer muchas de ellas forman parte de nuestra vida cotidiana de manera inconsciente. Todos los sustitutivos de la acción principal ya suponen de hecho una procrastinación. Internet es un gran centro formador de este trastorno, así como el hecho de estudiar con el ordenador. Presenta tal poder de distracción que una mera consulta en google para definir un término puede hacerte acabar viendo vídeos en youtube o visitando la vida cotidiana (¡esperemos no ser culpables de la procrastinación!).
Todas estas tareas divertidas (internet, televisión, juegos) son una fuente de problemas a la hora de afrontar una tarea pero mencionando curiosidades vamos a ir más allá y comentaros casos más raros. Por ejemplo, girar un boli. Ese movimiento que muchos de nosotros hacemos es una pequeña de procrastinación. El hecho de volvernos locos subrayando con fosforitos los apuntes también es un ejemplo de procrastinación. La atención a ruidos externos, tales como conversaciones, música, también lo es. ¡El caso es que no estamos libre de pecado!
Fuente: penspinning
Frases que aparecen en toda procrastinación
Vamos a añadir un compendio de frases que se suelen pensar o decir los momentos previos a toda procrastinación. Si te ves reflejado en alguna de ellas, tienes un principio procrastinación. Si aciertas en todas, ¡es que eres un procrastino de cuidado! 🙂
- Me quedarían 12 días hasta la fecha de entrega… !buah, queda un montón aún!
- Esta tarde no hago nada, me pongo luego por la noche (¡mentira!).
- Hoy no tengo ganas, pero a lo mejor mañana…
- Si lo hubiese hecho antes (¡procrastino arrepentido!).
Aquí entra en juego dos teorías, la Ley de Parkinson, (creemos que no tiene nada que ver con los temblores) «cuanto más tiempo tienes para realizar una tarea, más tiempo tardas en completarla» y la Ley de Hofstadter, «Cualquier tarea siempre lleva más tiempo que el esperado, incluso si tienes en cuenta La Ley de Hofstadter», sufrida por la mayoría de las personas con este trastorno del comportamiento. Cuanto más tiempo tengas para hacer una tarea más tarde vas a empezar, y la falsa programación de calcular el tiempo que lleva una tarea para poder empezar cuanto más tarde mejor.
¿Cómo resolvemos el hábito de posponer?
Si una tarea o ejercicio es demasiado grande, divídela en pequeñas partes. Con esto no sólo conseguirás motivarte por la consecución de resultados, si no que tendrás la sensación de que al final el trabajo en su totalidad no era tan engorroso.
El premio y el castigo. Si no es capaz de superar la procrastinación y huye muy fácilmente de la tarea para ocuparla viendo la tele o haciendo cosas menos importantes, establezca un juego de premios y castigos y cúmplalo. «Si termino esta parte hoy me permito levantarme mañana más tarde».
Regula el tiempo. Házte un esquema de cada tarea diaria, en el que distribuyes de manera eficiente (primero las tareas importantes y segundo las superfluas) todas las actividades que debas cumplir. Si algún día no hay tiempo para la diversión (procrastinación) nos tenemos que aguantar.
El tiempo es el mismo hoy y mañana. Con esto nos referimos a que dura lo mismo el día de antes del examen que el día 1 mes antes. Si en la fecha en la que aún no nos preocupamos por estudiar no la empleamos en cosas eficientes, llegado el momento antes de cumplir esa tarea (el día previo antes del examen) nos tocará dedicarle muchas más horas. No olvides que estudiar relajado es mucho más eficiente que estudiar estresado pensando en el examen que vendrá pronto