La rosa mosqueta y su poder de curación
La capacidad de cicatrización de la rosa mosqueta
Desde siempre (y cuando decimos siempre nos tenemos que ir muchísimos años y civilizaciones atrás) el ser humano ha aprovechado las propiedades que algunos vegetales (aromáticas y plantas medicinales) les proporcionaban. Algunas servían para alejar insectos, otras para curar males, otras para matar… En este caso, buscando la buena aplicación, seguro que os viene a la cabeza la rosa mosqueta y su poder para cicatrizar heridas. Aun con todos los adelantos del siglo XXI en el que vivimos, aún seguimos comprando este producto y usándolo. Por eso, en la vida cotidiana queremos dedicarle esta particular entrada.
¿De dónde viene la rosa mosqueta?
Su origen es igualmente compartido por muchos otros productos de aplicación humana, pues proviene del mundo vegetal. En concreto de Rosa eglanteria, un arbusto de la familia de las Rosáceas (como el almendro, el ciruelo, el peral, el manzano, etc.) de procedencia europea y que se cultiva mucho en el Reino Unido.
Lo que interesa de esta planta, aparte de por otros beneficios como planta medicinal, es el aceite que se extrae de sus semillas. Casi un 80 % del contenido de este aceite son ácidos grasos esenciales (ácido linoleico, ácido linolénico y ácido oleico).
¿De dónde viene su poder cicatrizante?
Su alto contenido en ácidos grasos esenciales permiten que, una vez aplicado sobre la piel de la persona, activa los fibroplastos (un tipo de célula que juega un papel crucial en la curación de heridas) y la síntesis de colágeno y elastina. Básicamente facilita la unión de los bordes de la epidermis y la natural cicatrización.
Sin embargo, aún podemos ir más allá de la cicatrización de heridas, pues también tiene sus usos en aquellas pieles que no tengan heridas. Estamos hablando de los siguientes efectos:
- Favorece la nutrición de la piel y la eliminación de arrugas superficiales.
- Reduce el envejecimiento de la piel por la exposición continuada al Sol.
- Regula el colágeno y la elastina, manteniendo la piel más firme y tersa.
Partiendo de esto, hay que otorgarle a la rosa mosqueta las propiedades que tiene, que por supuesto y desde el punto de vista científico no son milagrosas. Su aplicación en la piel favorece la cicatrización de heridas, pero si esta es profunda, la marca quedará para toda la vida. Lo mismo sucede con las arrugas, ya que es eficaz para reducir aquellas que son pequeñas o superficiales. Por supuesto no nos va a quitar «5 años de encima». 🙁
Precio de la rosa mosqueta
Aunque los precios varían en cada tienda (cada uno quiere sacar sus beneficios), es un producto que para la gran función que hace no es caro. El bote de 100 ml suele estar en torno a los 10 €. También se pueden encontrar otros productos a base de rosa de mosqueta con otras funciones, como mascarillas reparadoras o aceites bioregenerantes o reparadores.
Como sabes, alrededor de los productos naturales y ecológicos hay mucho marketing y nos hacen creer que son verdaderos productos milagrosos. Acuérdate de las bayas del Goji o la baba de caracol. En fin…
La infusión de rosa mosqueta
Aunque no todo el mundo lo sepa, la rosa mosqueta no tiene únicamente aplicación en la piel. También se hacen tés y bebidas con sus flores y semillas.
Según dicen, la infusión de rosa mosqueta aporta un gran número de vitaminas del grupo A, B y C. Sin embargo, hay que pensar que la vitamina C se destruye fácilmente (como vimos en el zumo de naranja), por lo que sus aportes serán bastante reducidos.
Un saludo. La vida cotidiana.
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