¿Cuál es la temperatura ideal para dormir?
Entre los que nos estáis leyendo hoy en la vida cotidiana habrá diversidad de opiniones en relación a si prefieren dormir con mucho calor o con mucho frío. En cualquier caso, cualquiera de estas dos situaciones es totalmente desagradable. Si bien en verano hace un calor insoportable y se nos hace imposible cerrar el ojo, en invierno, si no nos abrigamos lo suficiente, empezamos a temblar como flanes en un plato. ¿Cuál es la mejor temperatura?
Aunque por una parte en invierno siempre podemos taparnos con mantas o edredones y el frío se hace más llevadero, en verano poco podemos hacer más que encender algún aparato que refrigere la habitación.
Cuando dormimos somos muy susceptibles a los movimientos de temperatura, y no toleramos estar por encima o por debajo de unos valores establecidos.
¿Cuál es la temperatura idónea para dormir como un lirón?
A parte de los consejos que os dimos sobre cómo dormir bien, la temperatura es uno de los más importantes. En invierno, una habitación aclimatada alrededor de los 20 ºC es más que perfecta para dormir, siempre que tengamos mantas o edredones a mano.
Los médicos recomiendan regular la temperatura del cuerpo mediante el uso de edredones, que como es lógico no producen calor si no que reducen la pérdida del calor propio. Por lo tanto, debéis evitar el uso de la calefacción, así ahorraréis un buen pico de dinero al final de mes.
¿A partir de qué temperatura se nos hace imposible dormir?
Como hemos dicho, el frío es fácil de controlar, pero el calor no. Sumándolo a las picaduras de mosquito, a partir de 26 ºC se activa el mecanismo del cuerpo humano para refrigerar el cuerpo. Esto no es más que sudar y sudar.
Bueno, no sólo eso, nuestros vasos sanguíneos también se dilatan para aumentar la circulación sanguínea.
Con ello se consigue que llegue más sangre a las extremidades y se disipe el calor interior en el ambiente (por eso nos ponemos rojos cuando hace calor).
De cualquier manera, nuestro cerebro se pone en estado de alerta y no nos permite dormir.
En cuanto a temperaturas bajas, cuando el ambiente se encuentra por debajo de los 10-12 ºC y no tenemos mantas para protegernos, nuestro cuerpo intenta remediarlo mediante temblores, caso que también nos impide dormir, aunque realmente por debajo de los 20 ºC y ningún medio para cubrirnos ya empezamos a tener frío y a no poder dormir.
Y precisamente aquí viene la gran pregunta.
¿Por qué tenemos los pies y las manos frías en invierno?
Cuando hace mucho frío el mecanismo de actuación de los vasos sanguíneos es totalmente contrario al caso anterior, en vez de dilatarse, se contraen. De esta manera circula menos sangre por las extremidades (porque nuestro cerebro no quiere que se pierda más calor).
Explicándolo de manera cotidiana, las arterias transportan sangre desde el núcleo (el corazón) hacia los extremos, y las venas de los extremos al núcleo. Con el frío, el calor de la sangre arterial se traspasa a la sangre venosa, de forma que se mantiene caliente las partes más importantes de nuestro cuerpo, como nuestros órganos, en detrimento de las extremidades.
Ya sabéis, cuando tenemos los pies fríos es imposible dormir (o pensar).
En resumen. De 19 ºC a 26 ºC nuestro cuerpo estará en calma y podremos dormir. Por encima o por debajo de estos valores empezaremos a pasar calor o a pasar frío durante el sueño.