La sacarina, ¿es tan buena o mala como dicen?
En plenas fechas navideñas ya empezamos a mirar a las dietas de después de los turrones. Una cosa que pensamos es cambiar el azúcar por la sacarina. ¿Hacemos bien con eso? ¡Descúbrelo!
Hoy en La Vida Cotidiana vamos a hablar de un tema que segurísimo nos hemos planteado a la hora de, por ejemplo, echar una pastilla de sacarina al café o hacer un postre “sin azúcar” en nuestra cocina a base de algún tipo de edulcorantes:
¿Es más sana la pastilla de sacarina que una cucharada de azúcar en el café? ¿Es mejor para nuestra salud utilizar edulcorantes que azúcar en nuestros postres? Vamos a intentar definir y acotar este interesante tema.
¿A qué llamamos sacarina?
Como siempre, hay que empezar por el principio, y tenemos que saber a qué nos referimos con sacarina, como elemento puntual, y extenderlo al concepto de edulcorante, en general.
Los edulcorantes, y por tanto la sacarina, el aspartamo o la sucralosa (los tres edulcorantes más utilizados), son productos artificiales que se usan para conseguir dotas a los alimentos que ingerimos de un sabor dulce sin recurrir al azúcar.
Además, estos productos no aportan calorías al cuerpo debido a que no se digieren en el aparato digestivo, en concreto en el estómago, por lo que llegan hasta el intestino sin sufrir ningún tipo de alteración química. La ausencia de calorías en la principal razón de su uso cotidiano.
Pero no todo son ventajas. Que la sacarina, o los edulcorantes en general, lleguen a la flora intestinal sin ningún tipo de descomposición, dependiendo de la persona, puede provocar algún tipo de problema de salud relacionado con la diabetes o con el sobrepeso.
Sí, tomamos sacarina para evitar el aumento de peso pero nos puede repercutir de forma totalmente inversa). Es por eso por lo que hay que tener cuidado con estos productos y nunca abusar de ellos, y como siempre y nunca nos cansaremos de decirlo, consultar con especialistas al respecto.
¿Qué nos dicen los científicos?
No os sorprenderá que este tema haya sido sometido a pruebas, análisis, investigaciones y estudios científicos. Es algo que está en nuestro día a día y la comunidad científica está al tanto.
Hay publicaciones actuales al respecto, como en la revista Nature, e incluso legislación al respecto, tanto a nivel nacional como europeo, en nuestro caso.
Nos vamos a basar en esta legislación para tratar de acotar la ingesta de sacarina que podemos hacer para no superar ningún límite perjudicial para nuestra salud. Este límite lo trata el IDA: Ingesta Diaria Admisible, la cual se localiza en la legislación europea denominada EFSA: European Food Safety Authority.
Las cifras
La moderación es clave y las cantidades que recomiendan los científicos y la normativa vigente al respecto van muy por el lado de la seguridad de nuestra salud.
Estas cantidades las marca el IDA, como hemos citado antes, y la delimita de tal forma que se toma una cantidad de un determinado edulcorante, por ejemplo la sacarina, que no es dañino para el cuerpo humano (de forma generalizada, siempre puede haber excepciones) y para curarse en salud, nunca mejor dicho, esa cifra se divide entre 100 como margen de seguridad.
Como veis, el lado de la seguridad es muy amplio por lo que la legislación es muy previsora.
Además, se ha estimado que la rutina que tenemos en ingesta de edulcorantes no supera el 25% que marca el IDA. Es decir, para el caso concreto de la sacarina, en nuestro día a día tomamos 4 veces menos de los límites que marca esta Ingesta Diaria Admisible por lo que estamos en un prudente 400% del lado de la seguridad en cuando peligro para nuestra salud. No está nada mal, ¿no?
Nuestra humilde opinión sobre la sacarina
Como todo en esta vida, todo siempre con moderación. Está claro que si abusas de ella puedes llegara a tener algún problema de salud, pero te puede pasar con la sacarina y con cualquier otra sustancia. Por ello recomendamos prudencia y siempre estar en los límites del IDA.
Al igual que te hemos comentado en otros posts, lo ideal es que tu médico y/o nutricionista sea quien te asesore y no vayas por el camino del medio. Y siempre, siempre, ejercicio físico para conseguir buenos resultados saludables.
¿Alguna cosa más que aportarnos sobre la sacarina? ¿Nos hemos dejado algo en el tintero? Completa esta información con tus comentarios. ¡Estamos encantados de recibirlos!
Un saludo.
La Vida Cotidiana