Tipos de café que puedes encontrar en el mundo
Se estima que los seres humanos, en todo el mundo, consumimos alrededor 400 mil millones de tazas de café en un año. Detrás del petróleo, el café es el segundo producto más comercializado del planeta. A estas alturas, podría decirse que es la bebida universal. Por ello, también existen distintos tipos de café y formas de preparación.
Existen diversos tipos de café y sus beneficios son variados, pero lo que hace tan especial a esta infusión, son sus propiedades estimulantes. Por esta razón, es un gran aliado tanto para madrugadores, como para aquellos que necesitan estar gran parte de la noche despiertos.
Si bien su origen es difuso, se cree que es originario de África, específicamente en la zona, de lo que hoy se conoce como Etiopía. En la actualidad, los principales exportadores de granos de café, están en América Latina, Asia y África, con países como Brasil, Vietnam y Colombia, como los 3 principales productores a nivel mundial.
Por esta razón, son varios los tipos de café que se pueden encontrar en el mundo, por lo que vale conocer, las principales tendencias de esta bebida extremadamente popular.
Entre los tipos de café según la preparación que existen y en donde muchos de ellos, están considerados como los mejores del mundo, tenemos los siguientes.
Tipos de café diferentes
Café Espresso
Para muchos, es el mejor café del mundo. esta infusión italiana se destaca por su fuerte color negro y el característico aroma que emana. Para que el agua hervida tome todo el sabor correcto, es imprescindible que el molido sea muy fino.
El café espresso es la base, de la mayor parte de las bebidas de este tipo y se puede tomar sólo o, si así lo desea el consumidor, es posible agregarle algún edulcorante o miel sin ningún tipo de problemas.
Este café se divide en subtipos, como el simple, doble, el corto y, por último, el “ristretto”. Las diferencias están, en la cantidad de gramos por mililitros de agua y en las máquinas en las que se procesan.
Por otra parte, es de los tipos de cafés fáciles de preparar y aporta muchos beneficios para la salud. El resultado final, es un café clásico con un gran sabor.
Café Capuccino
También de origen italiano, este tipo de café tomó gran popularidad durante la década del noventa. Su nombre hace referencia, al color de hábito que llevan los monjes capuchinos. Para otros tantos, es el mejor café del mundo. Está compuesto por una base de espresso, leche vaporizada y espuma de leche, en 3 partes exactamente iguales.
Para hacerlo aún más apetecible, muchos bares y restaurantes, acostumbran a ponerles chocolate rallado, cacao o canela. A su vez, existen algunas variaciones del capuccino, como el frío o el que se elabora con leche sin grasa.
Para preparar este tipo de café, que es uno de los más elegidos en la actualidad, es preciso accionar la salida de vapor en la leche, hasta que vaya subiendo y se convierta en un remolino de espuma. Esto tiene que continuar, hasta alcanzar al menos, los 65 ºC.
Café americano
Aquí tenemos un café originario de Italia, durante la Segunda Guerra Mundial, en donde los expertos (llamados baristas), quisieron imitar la forma y el sabor del denominado “café de filtro”.
Ese tipo de café, se acostumbraba prepararse a los soldados de Estados Unidos, durante el conflicto bélico. Es otro de los tipos de cafés fáciles de preparar, ya que se trata solamente de un espresso, al cual sólo se le agrega una taza adicional de agua caliente.
El americano se diferencia del espresso, en que posee menos cafeína, puesto que se prepara utilizando vapor en lugar de agua.
Café Latte
Este tipo de café, hace referencia a un espresso corto o shot, que se mezcla con tres partes de leche vaporizada y, si el consumidor cree necesario, azúcar al gusto.
El café Latte es también originario de Italia y por el “latte”, hace referencia a la leche que esta infusión lleva en su preparación.
Para su elaboración, es necesaria una máquina de espresso y una válvula de aire, para poder cremar la leche en el punto justo.
En la actualidad, las cafeterías se lucen cada vez más, en la decoración del café latte, con diseños sofisticados en su espuma.
Café con leche
Aunque para muchos es igual que el café latte, la realidad es que no son lo mismo. El café con leche es un desprendimiento de la versión original y es mucho más fácil de preparar.
Las diferencias están en la elaboración, ya que se no se utilizan las mismas medidas de café, agua y leche. En este sentido, se utiliza la misma proporción de leche y de café.
Por esta razón, su textura es diferente a la del latte, especialmente en aquellos casos, en los que la leche sólo se calienta y se mezcla con el agua y café.
Es uno de los tipos de café más populares y es frecuente encontrarlo, en cualquier cafetería de todo el mundo.
Café Mocachino
Esta infusión es perfecta para todos los amantes del café y del chocolate. A menudo, se lo confunde con el capuccino, pero la realidad indica que son bastante diferentes.
El ingrediente característico de los dos, es muy diferente, ya que el mocachino cuenta con polvo de chocolate o el jarabe de sirope.
Es un café espumoso (por eso su confusión con el cappuccino), e incluso algunas cafeterías, sustituyen la leche por crema de leche, otorgándole una mayor textura y un sabor mucho más intenso.
La forma más sencilla de prepararlo, es mezclar el café espresso recién hecho, con media taza de leche (en lo posible, evaporada) y, por lo menos, dos cucharadas de cacao o chocolate en polvo. Luego, se lo lleva de nuevo al fuego por unos segundos, hasta que esté bien cremoso.
Café Macchiato
Esta infusión, también oriunda de Italia, se prepara por capas. Esta es la razón por la cual, siempre se sirve en un vaso o copa de vidrio, para que ambas partes queden bien diferenciadas. Es considerado por otros amantes de esta bebida, como el mejor café del mundo.
Tiene varias versiones y cada país o región, tiene sus particularidades al momento de prepararlo, pero la forma más clásica, es con espresso, caramelo y leche al vapor. En este último ingrediente, algunos prefieren la leche espumada o la crema de leche.
Para elaborarlo, hay que verter primero la leche caliente, luego la espuma y, por último, el café, cuidando que cada uno de los ingredientes, flote sobre el otro.
El nombre refiere a la idea de manchar el espresso con leche y la clave está, justamente, en las diferentes densidades de los componentes, para que la división en las capas se note claramente.